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Las galletas en su máxima expresión son almohadas de masa livianas y esponjosas que combinan perfectamente con la salsa e incluso son deliciosas por sí solas.
Sin embargo, las galletas también son fáciles de equivocarse. Un pequeño error y su característica textura esponjosa desaparece, reemplazada por una gran densidad que a nadie le gusta.
Si sus galletas se parecen más a discos de hockey que a golosinas para la cena, no está solo. Muchos panaderos, tanto principiantes como avanzados, luchan por obtener la textura correcta de sus galletas.
Aquí hay algunas maneras en que puede solucionar los problemas de sus galletas y obtener esa textura ligera y esponjosa que a todos les encantará.
Cómo hacer galletas
Las galletas son pequeños trozos de pan de tamaño individual que generalmente se sirven junto con la cena. Por lo general, son de un tamaño similar a los panecillos.
A diferencia de los panecillos, las galletas no se amasan y tienen una textura mucho más ligera y escamosa. También usan polvo de hornear en lugar de levadura como agente de levadura (aunque es posible hacerlos sin polvo de hornear).
La mayoría de las galletas contienen solo unos pocos ingredientes—harina, azúcar, levadura en polvo, sal, mantequilla y leche o suero de leche.
El contenido de grasa en las galletas es crucial. Las generosas cantidades de mantequilla son la razón por la que las galletas tienen la textura por la que son conocidas.
Razones por las que las galletas pueden resultar densas
Las galletas son engañosamente simples de hacer. Tienen solo unos pocos ingredientes y ni siquiera requieren amasado o moldeado como otros productos de pan.
Sin embargo, aún es posible arruinar tus galletas si cometes un error durante el proceso. Desequilibrar la proporción de los ingredientes o cambiar el tiempo de horneado puede hacer que tus galletas sean pesadas y densas.
Aquí hay algunas razones por las que sus galletas no tienen la textura ligera y esponjosa que desea que tengan.
1 – No hay suficiente grasa

La mantequilla es uno de los ingredientes más importantes en la masa de galletas. Cortar la mantequilla en harina crea masa con capas y muchas bolsas de aire, que es la textura ideal que desea de sus galletas.
Cuando está haciendo galletas, ese no es el momento en el que quiere tratar de ser saludable limitando la cantidad de grasa que incluye en una receta. La mayoría de las recetas de galletas requieren grandes cantidades de mantequilla porque la mantequilla es crucial para desarrollar la textura adecuada.
Si sus galletas son densas y pesadas, eso podría ser una señal de que no está agregando suficiente mantequilla. La proporción de harina a grasa debe ser perfecta para obtener la textura adecuada.
Cuando agregue su mantequilla a su masa de galletas, asegúrese de que esté fría. Las galletas adquieren su textura a partir de trozos fríos de mantequilla cortados con la grasa. Si agrega mantequilla después de que se haya ablandado a temperatura ambiente, se derretirá inmediatamente y no formará las bolsas de aire que le dan a las galletas su textura distintiva.
Si está completamente fuera o necesita evitarlo por otras razones, es posible hacer sus galletas sin mantequilla.
2 – Problemas de levadura

La mayoría de las recetas de galletas requieren polvo de hornear o una combinación de bicarbonato de sodio y suero de leche para fermentar las galletas.
El bicarbonato de sodio y el polvo de hornear tienden a ser más confiables que la levadura, que a veces se vuelve rancia durante el almacenamiento y luego no activa la masa como debería. Sin embargo, aún puede tener problemas de levadura incluso cuando usa estos sustitutos de levadura.
Si cree que su agente ascendente es la fuente de sus galletas planas, intente agregar un poco más a su próximo lote y vea qué sucede. Posiblemente, la proporción estaba apagada.
También debe verificar dos veces la fecha de vencimiento de sus productos de levadura porque también pueden echarse a perder, al igual que la levadura. La mayoría de las personas recomiendan usar bicarbonato de sodio o polvo de hornear dentro de los seis meses posteriores a la apertura del paquete.
3 – Temperatura del horno

Una vez que la masa esté lista, sus galletas deben ir a un horno precalentado (a menos que esté horneando galletas sin uno). Suelen hornearse por poco tiempo, unos 12 a 15 minutos.
Si su horno está demasiado frío, entonces sus galletas serán densas. Las galletas necesitan temperaturas de horno muy altas para activar el agente leudante y lograr su ascenso.
Sus galletas pueden cocinarse bien si las coloca en un horno frío. Sin embargo, no lograrán su famosa textura escamosa y liviana porque la masa no tendrá la oportunidad de crecer.
4 – Trabajar demasiado tu masa
Las galletas no son como el pan tradicional. Solo necesitan mezclarse por un corto tiempo, lo suficiente para que todos los ingredientes se mezclen.
Si mezcla sus galletas durante demasiado tiempo o trata de amasarlas como lo haría con el pan normal, entonces no obtendrá el aumento que desea. Esto se debe a que mezclar demasiado las galletas puede hacer que se desarrolle demasiado gluten, lo que las vuelve duras y densas.
Trabajar demasiado la masa también podría derretir la mantequilla debido al calor de las manos. Cuando la mantequilla se derrite, convierte la masa de galletas en un desastre denso y homogéneo.
Cómo solucionar los problemas de sus galletas

Hay muchas maneras en que sus galletas pueden salir mal y no lograr el aumento ligero y esponjoso por el que son famosas. Sin embargo, un estudio rápido de su proceso puede ayudarlo a identificar cuál fue su error y salvar futuros lotes de galletas.
Al hacer galletas, siga las instrucciones con precisión. Las galletas dependen de la proporción correcta de ingredientes, por lo que un chorrito de demasiado líquido o poca mantequilla podría arruinar toda la galleta.
Asegúrese de seguir las instrucciones incluso cuando se trate de diferencias sutiles, como la temperatura a la que desea que estén las galletas en las diferentes etapas del proceso. Por ejemplo, siempre debes usar mantequilla fría pero precalentar el horno.
No más galletas densas
Las galletas densas son la pesadilla de muchos panaderos y mesas. Si los ha experimentado antes, puede evitar hacer otra cosa que no sean galletas ligeras y esponjosas siguiendo estos consejos.
Las recetas de galletas son engañosamente simples, por lo que es importante seguir las proporciones adecuadas y usar solo ingredientes de la más alta calidad. Agregar muy poca grasa o usar un agente leudante caducado son algunos de los culpables más comunes de las galletas densas.
También debe seguir las instrucciones con precisión, ya que trabajar demasiado la masa o bajar demasiado la temperatura del horno también puede afectar su aumento.
¡Siga estos consejos y podrá producir bizcochos ligeros y esponjosos de manera confiable en todo momento!
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